El 14, 15 y 16 de noviembre corrí en el autódromo de Toay, en la provincia de La Pampa, disputando la penúltima fecha de la Fórmula 3 Metropolitana.
Durante los tres entrenamientos me sentí muy competitivo, siempre dentro de los diez primeros y a menos de un segundo de la punta. Eso me dejaba con buenas expectativas para clasificar, pero una tanda complicada, con tráfico y vueltas tapadas, terminó afectando la posición de largada para las dos finales.
El sábado, en la primera final, largué desde la posición 18 y venía avanzando con un ritmo sólido, construyendo una remontada que me tenía peleando por meterme entre los diez. A falta de tres vueltas, una piedra perforó un radiador y el motor levantó temperatura hasta romperse, lo que me obligó a abandonar cuando estaba realizando una muy buena carrera.

El domingo recibí una penalización de diez puestos por el cambio de motor, así que partí desde el cajón 28. Desde el inicio aparecieron problemas con el embrague y, cuando intenté esquivar un choque adelante, rocé con mi rueda trasera derecha a uno de los autos involucrados. Ese toque torció el portamasa y nuevamente tuve que abandonar.
Toay es un trazado donde los primeros quince pueden ganar y veníamos con potencial para pelear adelante. Fue una pena terminar así, pero el automovilismo tiene estas cosas y toca seguir trabajando porque los resultados llegan.
Agradezco a todos mis sponsors y a mi familia por acompañarme siempre.
